¿Cómo evitar los malentendidos?

En nuestra relación con Dios no es posible que hayan malentendidos ya que Él conoce nuestros pensamientos y nuestras intenciones. Pero cuando se trata de nuestra relación con las personas necesitamos mucha cautela en las palabras y acciones, ya que ellas son las que servirán de base para que las personas nos interpreten y nos juzguen. Cuando no medimos nuestras palabras y no pensamos antes de hablar y actuar, inevitablemente seremos mal interpretados.

Sin embargo, la perfecta comprensión depende siempre de ambas partes -de quien habla y de quien oye (emisor y receptor). Por eso la claridad en el hablar reducirá las posibilidades de malas interpretaciones. Pero, igualmente, dependerá de la atención del receptor.

La timidez también genera malentendidos, ya que puede interpretarse como indiferencia, individualismo u orgullo.

También, ser extrovertido, requiere cierto cuidado, porque sus gestos muchas veces exagerados pueden interpretarse como un intento de llamar la atención o que se considera mejor que los demás.

Por eso, el don de comunicación, tenemos que trabajarlo siempre. Debemos apegarnos al temor y a la dirección de Dios y analizarnos.
Cuando escuchamos historias contadas por terceros no debemos prejuzgar, porque no sabemos todas las partes de la historia, cómo sucedieron los hechos o si la información no sufrió alteraciones en medio del camino, y aunque la historia tenga precedencia, no sabemos las intenciones y los pensamientos de los involucrados.

La Biblia cita el ejemplo del rey Hanún, coronado después de la muerte del padre Nahas.

David envió mensajeros para consolarlo, declarándole que lo trataría como lo trataba su padre Nahas. Las intenciones de David eran buenas, pero los líderes del ejército de los amonitas no lo vieron así. Consideraron que la intención de David era espiar el territorio y el rey se dejó llevar por la opinión de sus consejeros, humilló a los mensajeros de David y se declaró contra él. Este malentendido generó la muerte de aproximadamente 47.000 hombres, entre ellos el propio rey. (1 Crónicas 19: 1-19)

Muchas veces nos indignamos al ser mal interpretados, pero difícilmente reflexionamos si no estamos haciendo lo mismo con alguien, que tenía la intención de ayudarnos, aconsejarnos, pero por una falla en la comunicación, se generó un malentendido que nos impidió ser agradecidos con alguien, cuyo objetivo, era contribuir en nuestro crecimiento espiritual y personal.

Si nos damos cuenta de que fuimos mal interpretados, debemos esforzarnos para aclarar el malentendido, sin obstinación o sentimientos de rechazo, teniendo en cuenta que nuestro valor es independiente de la opinión de terceros.

One thought on “¿Cómo evitar los malentendidos?

  1. bueno es que sepamos espresar, mas tambien antes de jusgar pensar bien y saber los porques y las causas asi no damos lugar a mal intendido i no se cai en nel eror de jusgar, que se prejudica tanto el que jusga como el que es jusgado

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