¿QUÉ ES LO QUE MÁS LE GUSTA HACER? (5ª Parte)

En el último post, hablábamos de la dependencia exclusiva de Dios. ¿Y por qué debemos desarrollar esta comunión?

Porque cuando Dios habla, es lo más lindo que existe; yo me pongo en mi lugar. Y esto no me hace sentir humillada, inferior. Yo no necesito la afirmación ajena; yo no necesito destacarme para que todas las personas me vean… ¡Él me da una seguridad incomparable! No en forma de “poder”, sino de consciencia sobre cuánto necesito depender de Él, igual que un “bebito” en los brazos de su madre.

Es cuando yo me veo imperfecta y reconozco cuánto necesito estar cerca de Él.

Por eso, “lindo” no es que yo tenga el “poder”, saber hacer algo, ser famosa, tener varias amigas, ser trasladada a un lugar más grande, que le sumen responsabilidades, etc. No es eso lo maravilloso… Lo maravilloso es que yo vea a Dios con mis ojos, ¡y Él hable conmigo!

Por ejemplo, lo que considero más bonito en mis hijos es cuando son humildes. Así los aprecio, tengo ganas de estar cerca de ellos, es un placer tener su compañía. Pero cuando se sienten seguros, esa “independencia” los torna distantes… Se tornan más fríos, porque ya tienen, supuestamente, lo que necesitan.  Así sucede con aquel que no depende de Dios. Se mantiene distante de Él, no se relaciona más con Dios y ni siquiera es sensible a Su voz.

Todo lo que oye es lo que los otros le dicen. ¡Y esto es muy triste! Para que Dios se comunique con la persona es necesario usar a terceros, pues es incapaz de ser sensible a Su voz. No logra verse.

Dios nos da las condiciones de estar cerca de Él, pero nos cabe a nosotros elegir oírlo y atender a Su voz.

Por ejemplo, Dios me permitió pasar vergüenza, tener dificultades, no saber lidiar con una situación nueva, etc., y lo permitió para que yo me volviera a Él y quedara en Su total dependencia. ¿Pero cuál es la actitud de quien piensa tener el “poder” o que está continuamente recibiendo de otros?

Distante; no participa; como se siente segura, habla y hace todo por autonomía propia… ¡y asume que está todo bien!

De esta forma, termina siendo distante con su marido, con su familia, no sirve a su prójimo y se torna intolerante con las personas, ¡porque se siente poderosa! Cree que la forma que desarrolla su vida y la “hermosura” de aquello que más le gusta, le dan la seguridad que necesita. Piensa que su posición o responsabilidades le garantizan algo.

Si actuamos de esta manera, nos comparamos a aquella iglesia “pobre” a la que se refiere el libro de Apocalipsis:

“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Ap 3:17)

Porque todas nosotras, sin excepción, nos desarrollemos o no, ¡necesitamos a Dios!

Y cuando miramos a las “hijas de los hombres”, que son hermosas, es porque no estamos mirando hacia el Altar, sino a nosotras mismas, considerando nuestro orgullo y egoísmo.

 

2 thoughts on “¿QUÉ ES LO QUE MÁS LE GUSTA HACER? (5ª Parte)

  1. Es maravilloso depender de Dios y que el tenga el controlno nada encesta tierra que pueda compararse con la presencia y la comunicacion genuina con Dios.una amistad vedadera con el creador todo poderoso

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.