Dones y Talentos

Los dones y talentos son virtudes concedidas por Dios a los hombres. Y ambos crecen de forma eficaz de acuerdo con nuestra búsqueda y ejercicio contantes.

“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.” 1 Corintios 12:7

Al nacer, recibimos talentos naturales como la habilidad para el arte, las cuentas, la música, la cocina… y podemos desarrollar otros, provocados por la convivencia o por la necesidad de adaptación. Son herramientas que se pueden utilizar para el crecimiento y desarrollo de la vida personal, profesional y también espiritual.

Los dones son el Poder de Dios concedido por el Espíritu Santo, cuando decidimos invertir en nuestra vida espiritual, rindiéndonos al mensaje del Evangelio, Él “equipa” nuestra mente con talentos sobrenaturales que son útiles para nuestra edificación espiritual y para nuestra contribución con el crecimiento de la Iglesia en general.

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo … Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.” 1 Corintios 12:4,7

Sea el don de la sabiduría, de la palabra del conocimiento, de la fe, de realización de milagros, de la profecía, del discernimiento de espíritus, de lenguas, de interpretación de lenguas, de la profecía, el de servir (en un sentido general), el de enseñamiento, de exhortación, de generosidad, de liderazgo, de espíritu de misericordia, de apóstol, de evangelista, de pastor o de maestro. No importa qué Don le fue concedido, desarróllelo.

Los dones espirituales son concedidos por el Espíritu Santo, para que nos perfeccionemos en Su obra y para la edificación de nuestra vida Espiritual.

Debemos ser activos en lo que se nos confió. Al buscar, a través de la oración el consentimiento de dones, esta actitud demuestra nuestra sed de Servirlo aún mejor y el reconocimiento de que Él nos capacita.

Cuando nos preocupamos por desarrollar los dones, influenciamos a otros a que hagan lo mismo y así contribuimos para que todos tengamos el mismo pensamiento, caminemos en el mismo Espíritu y agreguemos a nuevos miembros al Cuerpo de Cristo.

Todos tenemos talentos y los desarrollamos debido a nuestra genética o a nuestra preparación. Estos talentos se utilizan para alcanzar objetivos personales y/o espirituales.

Los dones Espirituales son concedidos en consecuencia de nuestra entrega al Espíritu Santo y los desarrollamos a través de la búsqueda y del deseo intenso de ser guiados por Él. Estos dones se utilizan para que construyamos testimonios, glorifiquemos a Dios y seamos útiles unos a otros.

“Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún más excelente.” 1 Corintios 12:31

Obs.: Los dones mencionados figuran en 1 Corintios 12, Romanos 8 y Efesios 4.

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