CONSEJOS PARA CONVERTIRSE EN UN CONSTRUCTOR DE TESTIMONIO

Consejo 1: Desarrollar y alimentar la visión a través de la MEDITACIÓN

La meditación es una práctica estimulada por medio de la Palabra de Dios, pues la meditación es la madre del entendimiento, y este nos lleva a obedecer a los consejos. Es a través de la meditación que logramos oír las siguientes voces:

La voz del yo

¿Usted se conoce? ¿Qué le estimula y le da satisfacción? ¿Cuáles han sido sus sueños? Lo que usted busca debe nacer de su interior y de la creencia de que será posible realizarlo. La visión empieza en el interior, y responder a las preguntas de arriba, hará posible que usted lo haga suceder.

La voz de la insatisfacción

Las grandes visiones nacen de la insatisfacción por una determinada situación vivida en el presente, pues el deseo ardiente de cambio es la semilla que hace existir los testimonios. Alimente el deseo de revertir su situación, sea en el área que sea, y grandes ideas surgirán.

La voz del éxito

La única independencia que tenemos es al respecto de la construcción de una vida con Dios. En las demás áreas de la vida necesitamos una referencia, un consejero, un amigo… Alguien que pueda cooperar para agudizar nuestra visión, que aporte a nuestros planes… Si no le vino nadie en mente, búsquelo en Dios, y Él le mostrará alguien para que usted comparta su idea y este le ayude a ver más allá.

La voz de Dios

Oír la voz de Dios nos lleva a ver más allá de lo que somos y seremos, nos hace entender que nuestra capacidad no es nuestro límite, pues Él nos conoce y potencia nuestros sueños, al mismo tiempo que nos capacita según la fe que depositamos en Él. Nos da las directrices, al conocernos plenamente. Separar momentos para oír la voz de Dios es una inversión que va más allá del mundo espiritual. Jesús dijo: “… ÉL os enseñará TODAS las cosas…” (Juan 14:26).

Para perfeccionar su visión: Usted ya pensó, alimentó y meditó sobre su visión, por lo tanto es el momento de perfeccionarla:

  • Evalúese: Converse con su esposa, o con un amigo cercano, acerca de su visión, luego pídales que le hablen sobre ella. Si ellos se expresan claramente al respecto, y a lo que piensan, se presume que usted la está viviendo día a día.
  • Escriba su proyecto visionario: si todavía no lo hizo, haga un bosquejo y analice lo qué es necesario perfeccionar; analice el paso a paso y ponga en orden lo que necesita hacer primero. Invierta todo su esfuerzo para realizarlo.
  • Evalúe cuán involucrado usted está con su proyecto. Dedíquese en la meditación, en la práctica, en la creencia, en la realización. Sea su mayor estimulador, haga que suceda. Actúe.

Gislene Xavier

 

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