El mal carácter del obrero

Una forma eficaz de conocer a un nacido de Dios es a través de su carácter.
Cuando hablamos del carácter de un siervo de Dios, estamos hablando de la personalidad de aquel siervo, de su temperamento, que puede identificar si realmente es nacido del Espíritu Santo o no.

Todos nosotros ya sabemos, y no hay secreto en esto, que el nacido de Dios tiene la personalidad de Dios, y que en él no hay engaños, mentiras, chismeríos, malas palabras, enemistades o algún tipo de mal carácter. Por el simple hecho de que el nacido de Dios lleva Sus frutos, el Señor Jesús dijo:

“Así todo buen árbol da buenos frutos, mas el árbol malo da malos frutos. El árbol bueno no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.” Mateo 7:17-18

No se puede ser de Dios por momentos, cuando conviene.
Según la situación que atraviesa, va cambiando de parecer.
Si es favorable, lo acepta sin dificultad; pero si es desfavorable, se pone a la defensiva. ¡Saca sus garras para atacar, levanta la voz, se altera rápidamente!

Si tenemos la esencia de Dios, el perfume de Su Espíritu, se nota en nosotros.
De lo contrario, estamos en graves problemas.

Obrero, ¿usted quiere saber si nació de Dios?
¡Entonces evalúe minuciosamente su CARÁCTER!

Orientación:

Examine si presenta síntomas de mal carácter, pregúnteles a sus compañeros de la fe, busque a su pastor, ¡y pregunte sin miedo!
La respuesta tal vez no sea la que usted desea escuchar, pero será la única manera de saber si realmente tiene el carácter de Dios.

Pr. Guillermo Langeleotti

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