Lea el mensaje de hoy y medite en él

Es difícil para la mentalidad humana e inmaduro aceptar que el mismo Dios que cura a alguien permite que otro se muera. Les impresiona e indigna a los carnales que el Altísimo haga exactamente lo opuesto a sus oraciones.

Esto me recuerda el pasaje bíblico de Hechos de los Apóstoles, cuando Pedro y Santiago fueron detenidos por Herodes y toda la iglesia se reunió para interceder por ellos.

Pero al Señor Le agradó permitir que Santiago fuera decapitado y que Pedro fuera liberado milagrosamente en la prisión por un ángel en el pasillo de la muerte. ¿Acaso esas personas no suplicaron bien por Santiago y por eso fue ejecutado?

No es así. Dios controla todo y hace todas las cosas perfectas, por más injusto que parezca.

Él libró a Pedro de la muerte, pero no libró a Santiago, porque su misión había terminado y la misión del otro aún debía continuar.

El Señor quiere ser glorificado tanto en la vida como en la muerte, en la salud o en el padecimiento de un dolor, en la abundancia o en la escasez. ¡Que en todo nuestro Padre sea glorificado!

Saber que Dios actúa de acuerdo con Su voluntad y para nuestro bien, sea en las alegrías o en las aflicciones, debe llenar nuestra alma de paz, seguridad y consuelo.

No se escandalice con la voluntad de Dios, téngala como la mayor bendición de su vida.

Núbia Siqueira