La fe de calidad suscita la indignación, un odio contra la derrota…
A ejemplo de esto tenemos a Abraham, Moisés, Gedeón y tantos otros. La calidad de certeza que había en sus corazones era de que Dios, al ser grande, cosas grandes deberían suceder en sus vidas. Esa fe los obligaba a rechazar la derrota, la miseria y la opresión. Todos los héroes de la fe tenían algo en común. ¿Qué era? LA INDIGNACIÓN.
Y usted, ¿Cómo reacciona ante las derrotas, la miseria, la vergüenza y la opresión?
Por ejemplo, Gedeón se mostró indignado porque su inteligencia no aceptaba ver que su familia fuera la más pobre de la ciudad. Para empeorar la situación, toda la nación venía sufriendo una opresión por siete años de extrema miseria, humillaciones y robos, provocados por sus enemigos.
Y usted, ¿está indignado o conforme?
– Por su respuesta ya se puede saber si provocará la transformación en su vida este semestre, o se quedará esperando que otros hagan lo que tiene que hacer, que es indignarse.
– Aproveche la oportunidad de ir al Altar ahora, porque tal vez ya no haya otras oportunidades.
. No se olvide de esto: Su vida depende de la calidad de su fe, ¡de su indignación!
– Si su fe es tradicional, su vida seguirá sin calidad.
– Si su fe es indignada, sacrificial, tendrá una vida de calidad.
Toda lectura nos invita a reflexionar y sus consideraciones sobre este mensaje son muy importantes para nosotros. Por lo tanto, comente, su opinión puede ayudar a otros.
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas