Lea el mensaje de hoy y medite en él
¿Cuál es la diferencia entre un jarrón adornado y un inodoro?
¿Cuál es la diferencia entre un plato con flores en el centro de la mesa y un plato de comida?
¿Cuál es la diferencia entre un cuadro puesto en la cabecera de la cama y la cama?
Rápidamente, logramos identificar lo que no puede faltar en nuestra vida, ¿no es verdad?
Podemos vivir sin un inodoro adornado, sin el plato con flores y sin el cuadro. Sin embargo, necesitamos el inodoro, la comida y la cama. Estos y otros son elementos esenciales, comparados con las decoraciones que llenan una casa.
De la misma manera también sucede con nuestras oraciones. Están las que son adornadas y las que son fundamentales.
Hay oraciones bellas y elocuentes, pero son farisaicas, es decir, solo sirven para adornar. Mientras que hay otras que pueden no tener ninguna belleza, pero son sinceras y resuelven los problemas.
Ah, ¡cómo nos equivocamos! Porque, muchas veces, valoramos más lo que no suma en nada y despreciamos lo que nos es esencial.
¡No se equivoque!
Núbia Siqueira