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“No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal.”
Romanos 12:21
Podríamos leer este texto así:
No sea vencido por lo que desearías (satisfacción emocional), por actuar de forma impiadosa, destructiva, ofensiva, causante de rencor, de heridas, equivocadamente…
Pablo fue inspirado por el Espíritu Santo para incitarnos a no actuar ni vivir por lo que sentimos, sino por lo que está escrito (fe).
Para vencer a nuestra carne es necesario contrariarla haciendo el bien, teniendo buenas actitudes sin que haya quien lo merezca. Visto que esto es lo que Dios hace por nosotros a cada instante, hacer el bien es imitarlo.
Cuando actuamos de forma grosera retribuyendo una grosería, o cuando quedamos emocionalmente afectadas debido a la actitud de alguien que nos hizo mal por medio de una ofensa, chismes, palabras duras, desprecio, no hacemos nada más que dejarnos llevar por las emociones.
Es por eso que debemos apresurarnos a perdonar y a olvidar, sin dejar que reacciones instintivas y emotivas de otros penetren en nuestro interior y quiten nuestra paz. Solamente actuando así es que naturalmente promoveremos en nosotros una buena reacción. Es nuestra actitud contraria a lo que se espera, lo que hace que las personas vean a Jesús en nosotros, pues así sería como Él actuaría.
Solamente es posible perseverar en vencer el mal haciendo el bien, incluso a aquellos que se demuestran ingratos o que nos hacen lo que consideramos malo, por medio de la decisión de no vivir por lo que sentimos sino por lo que está escrito.
Al actuar así, además de paz interior, promovemos el gozo en el alma por agradarlo.
Gislene Xavier.
Señor ten misericordia de mi y de mi familia,ayudame a mitigar mis temores y mis angustias y proteje a mis mis hijos a donde quiera que vayan te lo pido con el alma