Lea el mensaje y medite en él
Vivimos en un mundo destruido por el pecado, de manera que todo a nuestro alrededor está en convulsión. Y para los que aún no fueron regenerados, incluso su interior está «deformado». Es decir, todo lo que existe es muy diferente de la creación original.
Con esa acción del mal de lastimar al ser humano, ni siquiera el proceso de aprendizaje es normal.
¿Ya se dio cuenta lo difícil que es aprender cosas importantes para la vida?
Sin embargo, lo que es superficial y fútil, además de tener mucho espacio de divulgación y acceso, se asimila rápido y sin dificultad.
Por lo tanto, en este mundo torcido, gemimos para aprender lo que es valioso. Nunca será fácil, ni rápido, pero vale la pena el sacrificio.
Que no le extrañe la dificultad del proceso, ¡pero siga esforzándose para alcanzar lo que realmente es provechoso para su vida!
Núbia Siqueira