Siervas en alerta – Incredulidad

lentes

“Podemos cometer un pecado en una fracción de segundo, pero las consecuencias pueden durar mucho tiempo.”

Esta es una realidad irrevocable y que se merece una reflexión más profunda, pues la mayoría de las personas, cuando piensan en “pecado”, se remiten a comportamientos grotescos como la prostitución, el adulterio, el robo, entre otros de esa naturaleza.

Sin embargo, el pecado más abominable a los Ojos de Dios es la incredulidad, y pocas personas tienen una noción clara de los efectos nocivos que produce.

El significado más obvio de incredulidad es “falta de fe”, sin embargo, la definición real va mucho más allá, pues esta tiene la capacidad de desencadenar otros pecados, como la murmuración, la falta de temor y la rebeldía. Por eso, la incredulidad logra romper la Alianza con Dios.

Nos corresponde a cada de una de nosotras evaluar nuestra propia conducta y observar si hemos estado actuando con incredulidad. ¿En qué circunstancias puede ocurrir esto?

Por ejemplo:

  • Cuando su vida no avanza como quiere, o como lo había planeado. Entonces murmura, reclama y habla lo que no debe. A veces, este comportamiento no es expresado con palabras, pero está presente en los pensamientos.
  • Cuando usted es reprendida por su pastor/jefe/marido/autoridad no dice nada, pero dentro de usted murmura, tiene pensamientos que revelan falta de temor y rebeldía.
  • Cuando se queja de todo y piensa que solo su punto de vista es el correcto. Acuérdese de que, a veces, no se pronuncia con palabras, pero se alimenta en nuestro interior.

Haga una reflexión sobre sus hábitos y sea verdadera consigo misma, pues los ejemplos descritos arriba demuestran solo un poco de lo que puede estar sucediendo en su vida. Solo tenga en mente lo siguiente: si, de hecho y de verdad, usted tiene este tipo de actitud, necesita revertir esa situación urgentemente y volverse a Dios, ser humilde y reconocer su estado.

¡Active inmediatamente su estado de ALERTA! Y garantice su bien más preciado: su Salvación. El pecado es inminente y llama constantemente a la puerta de su mente.

Permanezca atenta, pues las consecuencias pueden ser irreversibles.

¿Qué piensa al respecto? Deje su comentario

Viviane Freitas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.