Lea el mensaje de hoy y medite en él
«Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace Su voluntad, a ese oye.» Juan 9:31
El Espíritu Santo solo entra en la vida de quien se rinde completamente a la voluntad del Altísimo. De esta manera, el pecador se vuelve una nueva criatura, un hijo de Dios.
Ahora, redimido, vive para santificar el nombre de Su Dios, para servirlo y para honrarlo. Por eso, Él responde todos sus pedidos cuando se acerca a Su Altar.
Ester Bezerra