Si usted tiene una fe inteligente, entonces piensa y evalúa las promesas de Dios y las circunstancias de su vida. De esta manera, no se conmueve con las excusas o las justificaciones como: «Así son las cosas»; «La situación está difícil para todos»; «Nadie de nuestra familia logró ser feliz»; «Aguanta un poco más»; «No tienes una formación universitaria, académica», entre otras.

– La pregunta que las mujeres y los hombres de fe del pasado hicieron fue: «¿Lo que he vivido es lo que Dios prometió?».

· Si la respuesta era no, ellos se indignaban; no contra Dios, sino contra el mal, contra la raíz del problema en sí.

· ¡Porque sabían que Dios era y es grande!

· Usted tiene que pensar de la siguiente manera: «Si el Dios vivo, el Dios Todopoderoso está conmigo, no aceptaré vivir sometido a esta vergüenza, a este dolor, a este opresor de problemas»; «¡Iré por el todo o nada y venceré!».

· Esta es la fe inteligente que no se conforma ante las situaciones difíciles y que al Altísimo Le agrada.

. No se olvide de esto: Su vida depende de la calidad de su fe, ¡de su indignación!

– Si su fe es tradicional, su vida seguirá sin calidad.

– Si su fe es indignada, sacrificial, tendrá una vida de calidad.

Toda lectura nos invita a reflexionar y sus consideraciones sobre este mensaje son muy importantes para nosotros. Por lo tanto, comente, su opinión puede ayudar a otros.

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!

Obispo Júlio Freitas