Me gustan mucho las expresiones populares, y siempre que puedo busco por curiosidad, saber su origen.

Existen las que han permanecido por siglos: las divertidas, las regionales y algunas que son tan fuertes que solas dicen todo.

La expresión «¿dónde va Vicente? Donde va la gente», se refiere a las personas carentes de criterio personal que imitan el comportamiento de otros.

Esa expresión retrata claramente a las personas que son influenciables, que nunca tienen opinión propia y a aquellas que dependen emocionalmente de otras.

Es común ver que el cine, la televisión, la literatura y la moda dicten padrones, y que algunas personas fielmente los sigan sin al menos evaluarlos.

Recientemente, vi claramente una escena en el subte que me despertó las ganas de escribir sobre esto. Eran dos niños prácticamente de la misma edad. Uno estaba disfrazado de un súper héroe actual y el otro se hizo el disfraz el mismo. Tenía una peluca colorida muy graciosa, con ropas superpuestas, con unas botitas con mucho estilo.

No tengo nada en contra de usted que usa las tendencias de moda o se identifica con el gusto de otra persona, pero al ver aquellos 2 niños, inmediatamente me di cuenta de quien tenía personalidad: la televisión y los compañeros no pudieron persuadir al que usaba la ropa del súper héroe real.

No quiero incitar el espíritu crítico o los cuestionamientos infundados, pero que cada uno analice bien lo que oye, ve o lee.

Al oír una noticia, entienda lo que está por detrás de aquello y construya su propia opinión. Al leer un libro o mirar una película, perciba el mensaje que están transmitiendo.

Al ver una propaganda, piense. Discúlpenme los profesionales de publicidad y de marketing, pero voy a repasar una frase que oí: «La propaganda es una manera inteligente de hacer que compre lo que no necesita; con el dinero que usted no tiene; para mostrar a quien usted no ama, aquello que usted no es.»

Nunca compre, use o se deje encantar por algo solo porque es la onda del momento.

Escuche lo que le dicen, pero, reflexione antes de tomar actitudes para ver si realmente es algo bueno para usted.

La inseguridad convierte al ser humano en un mero imitador, sin personalidad y dependiente de la aprobación de los demás.

Existe también un tipo de persona que tiene su opinión, pero la revela o esconde de acuerdo con el momento y las personas, y eso siempre para sacar ventaja. Por fuera son dulces y buenitas, pero por dentro, inflexibles y calculistas. Si el momento pide mucha diversión, ella puede ser la persona más extrovertida del mundo. Si pide seriedad, de un momento al otro se transforma. Son los camaleones de la vida, que se llevan bien con todo y todos, hasta que sean revelados.

Yo sé que todos cambiamos a lo largo de los años, no seguimos teniendo la misma opinión vieja formada sobre todo, eso es normal y saludable. Mientras que nuestros cambios sean siempre para mejor.

Ya tenemos demasiada metamorfosis, que hoy ama y mañana odia; que hoy dice una cosa y mañana dice lo opuesto; que hoy trata bien y mañana trata mal…No sea un «Vicente que va con la gente.»

Nubia Siqueira