Lea y medite en el mensaje de hoy
La madurez espiritual no viene con las canas o con el pasar de los años, sino con la capacidad de aprender de los consejos y, sobre todo, de los propios errores. Algunos desarrollan esta habilidad de manera tan plena que aprenden simplemente observando los errores de los demás.
Por eso, los jóvenes pueden alcanzar la madurez mientras muchos adultos y ancianos siguen siendo inmaduros.
Yo maduré muy temprano. Además, no tuve ni siquiera tiempo de aprovechar la infancia. Sin embargo, todo lo que enfrenté me dio las condiciones de disfrutar la visión de la vida que tengo hoy.
Si usted solo tiene 20 años, no se preocupe. Si vive de manera sabia y temerosa, desarrollará una madurez para tomar decisiones tan correctas que sorprenderán a muchos adultos.
¿Usted tiene 50 años y ya se golpeó mucho la cabeza por las tonterías que hizo? Aproveche estas experiencias y busque madurar.
Porque errar puede ser humano, pero permanecer en el error es necedad.
Entonces, ¿qué le parece si maduramos?
Núbia Siqueira
Es verdad, no es cuestión de edad y si de querer aprender