El tiempo de Dios
Cuando se vive de acuerdo con la disciplina del Reino de Dios cualquier acontecimiento es para bien. ¿Sabe por qué?
Porque el Altísimo tiene el perfecto control de todo en Su Reino. ¿Usted cree en eso?
Uno de los problemas más graves que el pueblo de Dios enfrenta es la vida amorosa.
Veamos cómo el Señor y Rey resuelve esto:
Cuando Su súbdito, siervo, sacerdote e hijo Lo considera con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas y con toda su mente, como respuesta, Él le envía un regalo especial, que va al encuentro de los deseos del hijo/hija: una esposa/marido.
Es como está escrito: “El que halla una esposa halla el bien y alcanzó la benevolencia del SEÑOR.” Proverbios 18:22
Así se forma la cruz: el asta vertical (usted y Dios) + el asta horizontal (usted y su amado/a).
A veces, pareciera que tarda un poco, pero no es cuestión de demora. Lo que sucede es que Él está preparando a la persona adecuada para usted. O lo está preparando a usted para alguien que ya está listo.
De una forma u otra, si este es su caso, mantenga la calma, no se preocupe ni deje que la ansiedad se apodere de usted, porque quien cree no huye, no se apresura ni corre.
Incluso porque también está escrito que la promesa aún se cumplirá en el tiempo determinado, pero se apresura hacia el fin y no fallará; “… aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.” Habacuc 2:3
Esa palabra se aplica a las promesas de Dios para los que creen. ¿Usted cree en eso?
¿Cuál ha sido la táctica del diablo contra los elegidos de Dios? Él conoce nuestras necesidades, especialmente con respecto a la vida amorosa. Debido a eso, ha usado a sus hijos para suscitar ansiedades en los corazones de los elegidos.
“¿Cuándo te casarás?”, “¿Ya tienes novio/a?”, “¡Ten cuidado! Porque puedes quedarte para vestir santos”, etc. De esta manera, el diablo logra debilitar la fe de algunos fieles. En su segundo ataque, él intenta lanzar dudas con respecto a las promesas de Dios. Y por ahí va…
Si el fiel no tiene aceite de reserva, su lámpara puede apagarse y, de esta forma, caerá en las tinieblas.
Mis queridos, ¡no se engañen! ¿Ustedes creen que nuestro Señor nos fallará? ¿Ustedes creen que Él no tiene poder para cuidar, incluso, los mínimos detalles de nuestras vidas? ¿Sería Él incapaz de suplir las necesidades de los súbditos de Su Reino? ¡Solo un loco sería capaz de dudar de eso!
Esmérese en agradarlo, y Él satisfará los deseos de su nuevo corazón.
Manténgase firme y conserve su fe, porque en el tiempo de Dios nunca hay demoras, ni anticipación. Todo sucede exactamente en el momento adecuado.
Y, cuando menos lo espera, ahí está usted, realizado, realizada.
Sean bendecidos en el Nombre del Señor Jesucristo y realicen sus sueños en el tiempo de Su Padre.
Fuente: Blog Obispo Macedo.