Lea el mensaje de hoy y medite
Si Josué no hubiera tenido tanta batalla y poco tiempo, nunca hubiéramos sabido que Dios es capaz de detener el Universo para atender nuestras oraciones.
Si DAVID no hubiera sido perseguido por Saúl durante años, nunca tendríamos a mano esos Salmos de oraciones tan profundas. Si Elías no hubiera sido perseguido y afrentado por Acab y Jezabel, jamás habría hecho el desafío de fe que hizo que el fuego descendiera en el monte Carmelo.
Si Ezequías no se hubiera enfermado, nunca habríamos visto su petición osada y su asombrosa cura.
¿Qué quiero decir con esto?
Los problemas nos ayudan a manifestar la fe y hacer que nuestro DIOS sea conocido en este mundo.
Por lo tanto, los PROBLEMAS SON BENDICIONES DISFRAZADAS.
Núbia Siqueira