«Esto manda y enseña. No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza. Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio. Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la Salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan.» 1 Timoteo 4:11-16
Cada día debemos manifestar nuestra FE de forma consciente e inteligente.
Lea con atención cada trecho del versículo propuesto.
En el Salmo 51 está claro que al crear un corazón LIMPIO es necesario que se acompañe de un espíritu RECTO y CONTRITO, porque es la inteligencia aplicada sobre la Palabra de Dios que dará soporte a la vida de calidad de un testimonio en Su presencia.
Y cuando nos humillamos, Él jamás dejará de escucharnos y de atender nuestra oración.
Haga una evaluación profunda de su vida con Dios de estos últimos tiempos.
Aproveche que está en casa «descansando» para hacer una limpieza espiritual, reorganice su disciplina y conducta ante Él.
Decida a partir de HOY mantenerse firme como escuchamos sobre volver al primer amor.
Esfuércese en buscar más en lo secreto de su habitación a Dios; cierre la puerta, abra el corazón, adórelo, hablé en lenguas, derrámese en Su santa presencia.
¡Vera de inmediato el resultado de este propósito del CORAZÓN LIMPIO!
Que todos sean bendecidos en el nombre de Jesús.