El Año de la Cosecha

Dios bendiga a todos, me gustaría compartir este mensaje con todos ustedes.

Estaba meditando sobre caer y entrar en la tentación y me acorde que no siempre la tentación es con algo malo o peligroso a simple vista.
De lo contrario sería fácil a nosotros poder detectarlo, reprenderlo y rechazarlo.
Mas bien las facilidades y beneficios que se nos presentan todos los dias, esto si hacen gran destrucción en nuestras vidas.
Entrar en el “piloto automático” es cómodo y nacen hábitos.
Ocupándose con distracciones y entretenimiento.
Y hace con que la persona no se de cuenta que a cada día se va distanciando más y más de la búsqueda de su comunión e intimidad con Dios.
Que siempre será mas frecuente en medio a las luchas y adversidades diarias.

Me acordé de Elcana y Ana que “año tras año” subían a sacrificar, que ahora veo que de tan acostumbrados que estaban, ya era una ofrenda más y no un sacrificio.
Pero un bello día…Ana se levantó e hizo un verdadero voto desafiante hacia Dios.
¡A partir de allí cambió toda su historia!

Todos juntos en un solo espíritu vamos a levantarnos en todo lo que tenemos que ser y también hacer para agradar a Dios.
Hagamos una revisión de lo que era placentero en nuestro primer amor por esta obra.
El querer agradar a Dios en todo, en la forma de conducirnos como testimonio para reflejar a Dios.
Y todo lo que hacíamos y traía resultado para nosotros y los demás.

Estamos recién comenzando el año, cambiemos para bien a partir de ahora.
Pongamos también en nosotros una piedra sobre los errores y perdidas que ya pasamos.
Miremos que los campos están blancos para la cosecha de almas para la salvación eterna.
No podemos desistir del ideal de Dios para nuestras vidas como siervos suyos:

“Salvar a todos los que en Él creen”

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