Lea el mensaje de hoy y medite en él
Todos los días debemos recordar que somos bautizados con el Espíritu Santo, pero sin olvidarnos que no somos Él.
Por este motivo, no está a nuestro alcance convencer a nadie de sus errores, porque no podemos producir en los demás ni en nosotros mismos el arrepentimiento. No podemos causar un cambio duradero y verdadero ni siquiera en nuestra mascota, porque siempre necesitará recibir una recompensa o aplausos para hacer sus necesidades en el lugar adecuado.
En otras palabras, no somos perfectos para ejecutar la justicia, porque no tenemos la perfecta comprensión de la justicia. Muchas veces, algunas cosas nos parecen correctas y otras equivocadas, pero eso es según nuestros ojos, no los de Dios.
Por eso, aprendamos a depender constantemente del Espíritu Santo.
¿Entendió?