Lea y medite en el mensaje de hoy
«Abre mis ojos, para que vea las maravillas de Tu ley. Peregrino soy en la tierra, no escondas de mí Tus mandamientos. Quebrantada está mi alma anhelando Tus ordenanzas en todo tiempo.» Salmos 119:18-20
Cuando el Espíritu Santo les revela a los que Le sirven cuán preciosos y justos son Sus pensamientos, el alma de esos siervos se inflama de gozo y satisfacción por vivirlos y cumplirlos. Y siguen anhelando intensamente los preceptos de Dios, todo a través de una fe inteligente.