Lamentablemente, muchos matrimonios no comprenden la seriedad de la calidad de la relación que poseen. Durante la reunión de pastores, del día 16 de abril, fue abordado este tema.
Primero, el obispo Edir Macedo alertó: “Después del bautismo en el Espíritu Santo, la cosa más importante es el matrimonio. De eso, yo no tengo la menor duda”.
En este momento, en que las familias están encuarentena (aislamiento) en casa, este hecho se vuelve aún más evidente, porque la pareja y los hijos se ven obligados a convivir en el mismo espacio durante mucho tiempo. Consecuentemente, si la relación no es saludable, muchas peleas y otros problemas surgirán.
Luego, el obispo Renato Cardoso añadió que esa es la importancia de que una persona ocupe su mente con los pensamientos de Dios. De la misma manera, abordó la historia de David, que por estar ocioso, pecó contra Dios, en lugar de estar en el frente de batalla con los soldados, estaba en casa y terminó por codiciar a Betsabé (2 Samuel 11).
Él destacó que, aunque David fuera un hombre según el corazón de Dios, eso no le impidió caer en tentación. La oportunidad se le presentó, él permitió y cayó. “Siempre existe la oportunidad de hacer lo que está mal, aunque se esté viviendo en una cuarentena”, añadió el obispo Macedo.
“El matrimonio nos da esa estructura para que podamos luchar, porque estamos seguros, tenemos un matrimonio firme y fuerte. Pero las personas están yendo a la lucha sin darle mucha importancia a esa estructura”, señaló Cristiane Cardoso.
Sin un matrimonio la cruz se deshace
Según Cristiane, la persona que no está bien en el matrimonio se queda carente de atención y, seguramente, será una presa fácil para los malintencionados que están de guardia.
El obispo Macedo explicó que el matrimonio es un apoyo, una base, para que se mantenga la comunión con Dios. “Porque el matrimonio es justamente un símbolo, una representación de la unión entre el Señor Jesús y Su iglesia. El marido representa la cabeza de la iglesia, que es Jesús, y la mujer es representada por el cuerpo. Por eso, si esa relación de marido y mujer va de mal en peor, o se deshace, obviamente, el matrimonio con Dios se deshace, la cruz se deshace”, concluyó.
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Jeane Vidal