El Obrero en Conflicto

Podemos hablar mucho acerca de las dificultades que el Obrero atraviesa en su vida diaria, ya que las mismas son evidentes, están a la vista de todos.

Pero hay un conflicto que se desata dentro del obrero, que por fuera no logra distinguirse.

Los deseos carnales buscan brotar por los poros, las tentaciones, los pensamientos, las influencias, ese mundo que trata de seducir con toda variedad de platos que a los ojos humanos parecen deliciosos.

Por un lado la voz del diablo diciendo que ya se le está pasando la vida y no ha encontrado el amor tan esperado, que los hijos son un motivo de comentarios entre el pueblo de la iglesia por su mala conducta, que cómo puede ser obrero si no tiene testimonio, que no tiene casa, que se quedó sin empleo…etc.

Y por otro lado la Voz del Espíritu Santo que lo consuela y lo fortalece, que le dice “¡Nada es imposible para Dios!”, “¡Después de toda lucha viene una gran victoria!” “¡No te desanimes, Yo estoy contigo!”, “Todo lugar que pisares con la planta de tus pies, ¡te lo daré!”…etc.

Ese conflicto entre los deseos carnales alimentados por Satanás y el Espíritu alimentado por las promesas de Dios, es algo por lo que todos los Obreros pasan diariamente, sin excepción.

¿Conoce usted a algún obrero que no haya pasado por estos conflictos?

“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.”
Gálatas 5:18

Orientación:

Delante de este conflicto interior, busque al Pastor, él le ayudará dándole una orientación, no se aísle, no piense que solo va a poder, pida ayuda mientras hay tiempo.

Pr. Guillermo Langeleotti

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