Existen 3 tipos de silencio por los que un obrero pone en riesgo su salvación.
1-Silencio Físico:
El silencio físico se trata del descuido de la salud del obrero, él piensa que por el hecho de ser nacido de Dios, no necesita un control o frecuentar a su médico. Cuando él tiene una molestia o un dolor en su cuerpo se calla y no busca al Pastor, temiendo que le sea quitado el uniforme.
Muchos obreros se han enfermado por callar y otros tantos han fallecido.
2-Silencio del Alma:
El silencio del Alma es todo aquello que el Obrero guarda dentro de sí, tristezas, rencor, malos ojos, envidias, inseguridad. Todo esto pasa en el interior del Alma pero él se calla y no lo habla. Cuando le preguntan dice que está en la fe, pero con el tiempo se empieza a apagar, hasta perderse.
3-Silencio espiritual:
Involucra los siguientes síntomas:
-ya no tiene tiempo para leer la Biblia
-no ora en búsqueda de la renovación espiritual
-no ayuna
-ya no tiene tiempo para evangelizar
-piensa que no es necesario participar de las reuniones de Obreros
-cree que no es necesario sacrificar.
Obrero, usted sabe que el silencio no llama la atención de Dios, ¡es necesario tomar una actitud que rompa ese silencio!
“El Señor dijo a Pablo: No temas, sigue hablando y no calles; porque Yo estoy contigo, y nadie te atacará para hacerte daño…” Hechos 18: 9.10
Pr. Guillermo Langeleotti