¡Desde el jardín del Edén, el diablo ha usado el arma del engaño! No fue en vano que el propio Jesús dijo que muchos escogidos serían engañados. El diablo es muy sutil en su manera de actuar. La caída de una persona, comienza cuando él tiene acceso a su corazón. Con mucha astucia el diablo logra sembrar sentimientos, emociones, y así, la fe pura le da lugar a la malicia. (2 Corintios 11:3)
La fe inteligente nos lleva al sacrificio diario de nuestra voluntad, para priorizar la voluntad de Dios.
Dios no se avergonzó de ser llamado el Dios de Abraham, no porque Abraham era perfecto, sino porque Dios sabía que lo que le decía, Abraham lo ejecutaba inmediatamente. Abraham vivía en obediencia.
Cuando el obrero deja de vivir la fe inteligente, se vuelve religioso. Él se pone el uniforme y trabaja en la reunión, pero de forma mecánica, sin satisfacción. Muchos con el pasar del tiempo, dejaron que la fe genuina le dé lugar a la fe religiosa, como Amasías que « Hizo lo recto ante los ojos del Señor, aunque no de perfecto corazón» (2 Crónicas 25:2).
Amasías hacía, pero no movido por la fe pura, sino que era un hombre religioso.
Muchos perdieron la condición espiritual de ayudar a las personas, porque se volvieron religiosos. Una prueba de eso es que el diablo hizo lo que quiso en el medio evangélico, engañando a muchos con las emociones.
El Señor Jesús dijo: En aquel día muchos me dirán: Señor ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre expulsamos demonios? y ¿en Tu nombre no hicimos muchas maravillas?
¿A quién dirigió esas palabras? ¿A los de afuera? ¡No! Él lo dijo para los que hacen la obra, a los obreros, pastores, etc. Muchos están usando el nombre de Jesús para predicar, expulsar demonios, e incluso curar a los enfermos, pero eso no significa que realmente sean Sus siervos.
Hacer la Obra de Dios es creer en Jesús de todo el corazón, y por esa creencia, sacrificar su voluntad por la voluntad de Él. (Juan 6:28-29)
No podemos estar atentos tan solo, a los pecados como el adulterio, los vicios, etc. Tenemos que vigilar también «las zorras pequeñas» (Cantares 2:15), los pecados aparentemente simples, que están adentro de uno, que no aparecen, como la malicia, la mentira, la desobediencia, la religiosidad.
Estamos luchando contra el infierno y si usted deja una pequeña brecha, el diablo la aprovechará.
El mismo espíritu que engañó a Eva, ha engañando a los siervos de Dios a lo largo de los siglos. ¿Será que este espíritu no lo ha engañado, llevándolo a alimentar un sentimiento por alguien, al punto de colocar a esa persona encima de Dios en su vida? ¿Quién es más importante para usted? ¿Sus padres o su Señor? ¿Su marido, esposa o el Señor Jesús? ¿Su trabajo, sus bienes o el Señor Jesús?
vivimos en guerra costante para mantener la fe pura ,alimentandonos ,dia a dia ,porque
nuestro enemigo nos odia ,y nos persigue para que no le quitemos las almas , mi mayor lucha
es la perseverancia y fidelidad
ob hilda morales viedma —estado —-bahia blanca