El que busca y le importa la atención de los famosos es porque no es considerado famoso delante del Señor Jesús.
Esa preocupación y disposición por perder el tiempo, hablar y pensar sobre los que tienen el foco de atención, ya sea en la Iglesia o en la sociedad en general, revela que la persona no está bien espiritualmente.
Cuando Le prestamos atención a Dios, que es lo más importante, no nos preocupa si los “famosos” de la Iglesia o de la sociedad en general nos consideran.
También es interesante observar que, cuando estamos bien espiritualmente, nos preocupamos por prestarles atención a los anónimos, sencillos, pobres, necesitados y olvidados, como lo hizo el Señor Jesús.
¡Lo veo en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas