El día de los panes sin levadura, cuando el cordero era sacrificado. Entonces, Jesús le pidió a Pedro y a Juan: » Id, preparadnos la pascua para que la comamos.
Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos?
Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare, y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.
Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua». (Lucas 22:7-13)
Podemos observar que, entre los doce, Jesús eligió a Pedro y a Juan para preparar los preparativos de la fiesta. ¡Qué privilegio! ¡Los dos prepararon la última cena siguiendo la dirección dada por Él!
En los días actuales podemos repetir este acto de forma espiritual. Es importante que observemos que la casa no era solamente espaciosa, también limpia y arreglada. Es así que debemos presentarnos para preparar y servir la Santa Cena. Usando vestiduras limpias, cabellos y uñas arregladas. Con higiene y reverencia interior, pues tenemos la misión de santificar lo que hacemos y para eso debemos estar en espíritu no solamente durante la preparación, sino también en el momento de servir la Santa Cena.
Debemos tener en mente que así como la fiesta de Pascua tenía la finalidad de celebrar la liberación de los hebreos de la esclavitud de Egipto, en la Santa Cena celebramos nuestra liberación de la esclavitud del pecado, por medio de la crucifixión del Señor Jesús. Por eso, Él dijo que al conmemorar el pan debemos recordar Su cuerpo crucificado, que representa la obra de Jesús por nosotros, y Su sangre derramada, el cáliz de la nueva alianza espiritual de comunión con Él.
En conclusión, ¿cómo podemos demostrar una creencia real de que estamos participando de la Santa Cena en memoria de Él, si mientras la preparamos, nos distraemos y mantenemos conversaciones paralelas sobre temas cotidianos que no tienen nada que ver con el clima de reverencia que tiene que haber en ese momento tan especial?
Al preparar la Santa Cena estamos siendo tan privilegiados como Pedro y Juan, que pudieron participar de ella con antecedencia.
Y los demás que no ayudan en la preparación, pero sí en la distribución, ¿tienen sus pensamientos inclinados a esta palabra? ¿En el temor de que este día almas experimentarán el poder de la libertad espiritual?
La santificación antes y durante la Santa Cena es la práctica de la Palabra de Dios. Actuemos como Pedro y Juan.
Gracias por estas palabras nos ayudan a santificar nuestro ser para ser mas puros en los días venideros , porque grande son las batalla que tendremos que vencer ,porque esta seremonia nos es para cualquiera si no es para nuestro propio Señor El que nos eligio para tal fin .
Gracias Señor JESUS porque nos elegiste como los apostoles del presente, que Dios bendiga lo que de nuestra boca y mano sale .
Un gran saludo a los Siervo de Dios , sean bendecidos .