El carácter de Dios

“Casi todos los hombres pueden tolerar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder.” Abraham Lincoln

El carácter de una persona habla sobre su moral, índole o forma de ser y de actuar.

Solamente los nacidos del Espíritu Santo están habilitados para manifestar el carácter de Dios. Esto se debe a que Sus hijos se convierten en espíritu. Juan 3:6.

La naturaleza emotiva o carnal se transforma en naturaleza racional o espiritual.

Por esta razón, muchas personas no entienden el motivo por el cual, a pesar de ser fieles a la iglesia o incluso religiosas, no logran tener un comportamiento compatible con la fe cristiana.

En la iglesia son una cosa, pero, lejos de ella, son otras criaturas.

En la iglesia son santas, educadas y, aparentemente, espirituales.

En casa, en el trabajo o entre amigos son carnales, groseras y, visiblemente, perturbadas.

Esto sucede porque no nacieron del Espíritu Santo. No tienen la naturaleza de Dios. Están convencidas, pero no convertidas. El carácter de cada uno habla por sí solo.

La naturaleza humana es emotiva y comenzó con Adán y Eva. Dios los creó almas vivientes.

La naturaleza Divina es espiritual y se originó en Jesús. Él no fue creado por Dios, sino generado por el Espíritu de Dios, por lo tanto, es Espíritu Vivificante. 1 Corintios 15:45

El mismo proceso realizado por el Espíritu de Dios para el nacimiento de Jesús tiene que suceder con cada uno de Sus discípulos. De lo contrario, continuarán con la vieja naturaleza adámica. Y lo peor es que no serán considerados como hijos de Dios. Juan 1:13

De allí la gran función del Espíritu Santo:

Para unos, Él viene a hacerlos nacer de nuevo. Para los que ya nacieron de nuevo, Él viene a sellarlos con el Sello de Dios. Ese es el bautismo realizado por el Señor Jesús.

Los primeros apóstoles nacieron de nuevo cuando Jesús sopló sobre ellos el Espíritu Santo. Juan 20:22

Pero solo el día de Pentecostés ellos fueron bautizados con el Espíritu Santo. Hechos 2:1

Como puede verse, la grandeza de la venida del Espíritu Santo no es para hablar en lenguas, sino para manifestar el mismo carácter de Su primer Hijo: Jesús.

Blog obispo Macedo.