Debemos estar conscientes sobre la fe inteligente. Porque el sacrificio voluntario, en la Hoguera Santa, comienza desde el momento en el que asumimos un compromiso en el Altar.

Cuando decimos “Voy al Altar”, ya tenemos que entrar en el sacrificio, en todas las áreas que nuestra fe nos pide. Es decir, no hay que esperar a que llegue la semana de cumplir el voto, el sábado a la noche, o un día antes de subir al Altar del Dios Vivo, para pensar: “¿Qué debo sacrificar?”.

¡Es necesario entender que el secreto de todo está en la PREPARACIÓN, en la DEDICACIÓN, en el COMPROMISO y en VIVIR LA FE! Porque, en el Altar, ¡no podemos equivocarnos!

Por eso, esté atento y reflexione en lo que dice la Palabra de Dios en Hebreos 12:25-29:

“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un Reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es Fuego Consumidor.”

Obispo Júlio Freitas

¡Lo veo en la IURD o en las nubes!