Lea este mensaje y medite en él
Cuando alguien quiere elogiar a una mujer madura, solo debe decir que ella no parece de su edad. Listo, he ahí la expresión mágica para dejarla feliz durante muchos días.
¿Pero hasta qué punto no parecer de la edad que uno tiene debe ser un sueño que alcanzar?
¿Hasta el punto de anhelar una juventud prolongada, como si la fuente de la juventud existiera?
Algunas creen que sí y gastan ríos de dinero en su estética, en su ropa, en su cabello, en vitaminas, entre otras cosas.
Sin embargo, es normal que las señales de la edad aparezcan, a fin de cuentas, el propio oxígeno que proporciona vida también oxida las células, así como a cualquier otro elemento expuesto al tiempo.
Es justo que al vivir perdamos poco a poco la piel vistosa, el cabello brillante, la cinturita y el metabolismo rápido.
Es demasiado feo ver a una mujer mayor con el rostro retocado, intentando tener el colágeno de la adolescencia. Incluso, llega a ser ridículo ver a alguien usar pantalones rotos, zapatillas y mochila para parecer más joven. No tengo nada contra las zapatillas y las mochilas, al contrario, también las uso en los lugares adecuados; a causa de la comodidad, no para dar la impresión de ser una jovencita.
Como cada mujer, quiero estar bien, pero pareciendo de mi edad, es decir, de 50 años, no por la paranoia de querer engañar los ojos de alguien.
Esto se debe a que no cambiaría la edad que tengo hoy, la cual me proporcionó madurez y una mejor visión de la vida, por las ventajas físicas que tenía en la juventud.
Lo que adquirí a lo largo de los años vale cada cana y arruga.
Por eso, no idolatro la juventud, la belleza ni la fuerza física, ¡sino que valoro mi vida actual!
Quiero vivir mis días, como dijo Moisés, buscando alcanzar un corazón sabio, no buscando ser atrayente, elegante y joven.
Esta reflexión no se trata de aceptar el envejecimiento, si bien hay gente que debe hacerlo, sino de aprender a regocijarse con las experiencias, a no compararse con las celebridades, que no aparentan tener la edad que tienen y a no intentar ser una farsa ambulante por ahí.
¿Qué le parece creer que hay alegrías y dádivas para todas las fases de la vida?
Núbia Siqueira