La eyaculación de la eternidad

Una de las estrategias más antiguas del diablo para derrumbar a hombres de Dios y, dígase de paso, fue y ha sido muy eficaz con quienes no vigilan, es la carencia sentimental- los anhelos del corazón.

Para que usted tenga una idea de cómo funciona eso, de un lado Dios tiene la mente (el intelecto) como Su aliado para hablar, dirigir, orientar al hombre; del otro, el diablo tiene el corazón (sentimientos y emociones) como su aliado; y en el medio está el ser humano. Si el hombre se inclina a la razón y a la fe, se librará de los lazos del diablo; pero, en el caso que se incline a los pedidos del corazón, eso terminará en sufrimiento, angustia y en la esclavitud del infierno.

El punto más fuerte de involucrarse sentimentalmente es el sexo, el placer sexual. Y el diablo también ha usado ese placer para incentivar el desplacer de muchos.

Observemos al rey David – el hombre según el corazón de Dios – que venció el gigante y a grandes enemigos, pero no logró vencer a su libido al ver el estructural cuerpo de Betsabé – la mujer de Urías- uno de sus soldados más fieles.
Él la llamó a su palacio y, embriagado por el deseo ardiente de sexo, se acostó con ella. (2 Samuel 11:1-4).
Después de disfrutar de un placer orgásmico, momentáneo, se sumergió en un desplacer de angustia, vacío y dolor, al punto de sentir que la alegría de su salvación se escurrió entre sus dedos y que el Espíritu Santo se alejó triste y decepcionado de su ser. (Salmos 51:11-12)

De allí vino la caída, que solo no fue mortal, porque Dios tuvo misericordia – al encontrar en el corazón de David, sincero arrepentimiento y humillación delante de Su rostro.
La gran verdad es que cuando usted, obrero o pastor, cae sexualmente en pecado con una mujer, en el momento del clímax sexual, en el momento de la EYACULACIÓN, dentro de usted no está saliendo solo el semen, el esperma, sino junto con eso se va también la unción que recibió, su ministerio, su credibilidad, su santidad y, sobretodo, su salvación, que es derramada en el útero de una mujer. Después del placer momentáneo, comienza el disgusto por el vacío de todo lo que usted construyó con mucho sacrificio, luchas y lágrimas. O sea, una vida con Dios.
De la misma forma, cuando una obrera o esposa caen sexualmente en pecado con un hombre, en el momento del clímax sexual, en el momento de la EYACULACIÓN masculina, ella no solamente recibe el semen, sino el virus del pecado que trae el disgusto, la culpa, el dolor del alma, la duda y, sobre todo, se pierde la alegría de la salvación.
Que el Espíritu Santo tenga misericordia de nosotros y podamos tener siempre en evidencia el temor del Señor como fuente de vida, para que jamás caigamos en los lazos de la muerte. Proverbios 14:27
No vale la pena cambiar el placer y el gozo espiritual de la comunión con Dios por el desplacer del vacío del alma por la ausencia del TODOPODEROSO, y carguemos para siempre la nostalgia de Su presencia y de Su amistad dentro de nosotros.

¡Dios los bendiga a todos!

Obispo Sérgio Correa.

3 thoughts on “La eyaculación de la eternidad

  1. recuerdo Que En Un Almuerzo Con Compañeros De La Obra De DIOS un Obrero Se Refirio Al Tema Y Decia Que El Mal Atacaba Mas Fuefte En La Vida Sentimental ..Y Si Le Damos Una Brecha El Entraba Y Destruia ..Y En Realaidad Es La Parte Mas Importante Del HombrE Y La Mujer ..ASI QUE A VIGILAR

  2. El Señor Jesus dijo que hay que vigilar siempre, vigilar es vivir en la fe y no en el sentimiento o en las cosas del mundo terrenal y carnal que es la propia muerte. amen y graias a Dios por este estudio.

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