La repetición

Lea el mensaje de hoy y medite en él

MAR

No hay PAZ.

«No hay paz para los malos, dijo el Señor.» Isaías 48:22

«Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.» Isaías 57:20-21

Si no obedece a Dios, es impío. Si es impío, no tiene paz. Puede ser culto, puede tener dinero, reputación, influencia, salud, amigos, belleza, en fin, puede tener todo, excepto paz. La alegría y la paz dependen de nuestra relación con Dios, por eso, vemos una declaración tan frontal en las Escrituras para los seres humanos.

¿No quiere vivir según la voluntad de Dios? Entonces, debe pagar el precio de tener el alma como un mar en tempestad, sin calma, sin descanso, sin tranquilidad y sin seguridad.

Solo tendrá la agitación de una conciencia intranquila, atormentada por la culpa, los recuerdos y las exigencias. Solo tendrá un vacío que nada ni nadie puede llenar. Solo tendrá una angustia silenciosa que ni siquiera la diversión podrá camuflar.

En otras palabras, el impío tiene el infierno dentro de sí.

¿Hoy vivimos con la recompensa de los justos o de los impíos?

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