Esa valentía que la Biblia exige es espiritual y proviene de la fe. Lea a continuación
Muchas veces leímos que Dios, en Su Palabra, ordena que seamos fuertes. Tanta valentía es necesaria, porque somos miedosos por naturaleza. Después del pecado en el Edén, frente a cada situación difícil, el ser humano tiende a huir o a disfrazar sus errores vistiéndose con “hojas de higuera”.
Esa valentía que la Biblia exige es espiritual y proviene de la fe. La mente humana, el convencimiento de los demás o los mantras decorados no pueden producir la fuerza fundamental para vencer nuestras guerras y establecer la victoria.
Por eso, un verdadero cristiano deberá ser fuerte:
· para estar del lado correcto;
· para reconocer sus errores y confesarlos;
· para confrontar y reportar a los que están en pecado;
· para desagradar a las personas que más amamos por amor al Señor Jesús;
· para actuar y sufrir de acuerdo con los principios que el mundo desprecia.
Y usted, ¿para qué necesita ser fuerte?
Núbia Siqueira