Nada de pobrecito, ¡sea fuerte!

Esa valentía que la Biblia exige es espiritual y proviene de la fe. Lea a continuación

Muchas veces leímos que Dios, en Su Palabra, ordena que seamos fuertes. Tanta valentía es necesaria, porque somos miedosos por naturaleza. Después del pecado en el Edén, frente a cada situación difícil, el ser humano tiende a huir o a disfrazar sus errores vistiéndose con “hojas de higuera”.

Esa valentía que la Biblia exige es espiritual y proviene de la fe. La mente humana, el convencimiento de los demás o los mantras decorados no pueden producir la fuerza fundamental para vencer nuestras guerras y establecer la victoria.

Por eso, un verdadero cristiano deberá ser fuerte:

· para estar del lado correcto;

· para reconocer sus errores y confesarlos;

· para confrontar y reportar a los que están en pecado;

· para desagradar a las personas que más amamos por amor al Señor Jesús;

· para actuar y sufrir de acuerdo con los principios que el mundo desprecia.

Y usted, ¿para qué necesita ser fuerte?

Núbia Siqueira

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