¿Quién llevó al Señor Jesús para ser bautizado con Fuego? El Espíritu Santo. El bautismo con Fuego es un bautismo de dolor y renuncia.
¿Por qué? Porque el Espíritu Santo nos llena de alegría, paz, amor, fuerza y bondad; y el Fuego nos purifica, además, nos lleva a ser humildes, dependientes de Dios, obedientes incondicionales, como también nos hace confiar en Él.
Hoy meditaremos y estudiaremos al respecto, porque es lo que tendremos que practicar todos los días de nuestra vida, porque también seremos llevados por el Espíritu Santo, y no por los demonios, al bautismo con Fuego.
El bautismo con Fuego es usado y permitido por Dios para que:
*Seamos purificados.
*Reconozcamos nuestros errores, imperfecciones, humanidad y seamos humildes de espíritu.
*Maduremos.
Estas son las razones básicas por las cuales nosotros también debemos pasar por lo mismo, el bautismo en el Espíritu Santo.
En Mateo 3:11, dice: “Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con Fuego”.
En la época del Señor Jesús, el que quitaba las sandalias y lavaba los pies en la casa de los señores era el siervo menos capacitado e incluso con defectos físicos.
Juan el Bautista no se exaltaba, no se sentía superior, no se excluía de sus responsabilidades, así que el mensaje subliminal era: “Si yo, siendo el mayor de los profetas, no me considero nadie, ¿imagínense ustedes?”. ¿Por qué ensoberbecerse? Por eso, tené en claro que más importante que hacer la Obra de Dios es hacer la Su voluntad.
¿Cuántas veces seré bautizado con Fuego?
Muchas veces. ¿Por qué? Para que seamos purificados constantemente y maduremos, pero nunca será para que seamos reprobados.
Si somos honrados por Dios con Su Palabra, Su nombre y Su Espíritu, eso es todo. Además, Dios nos dio el honor de saber cuál es Su voluntad y de formar parte de Su obra en tiempo integral. Él quiere inspirarnos, usarnos, revelarnos Sus secretos, por eso somos privilegiados.
¿Qué encontró Dios en alguno de nosotros para que tuviéramos ese honor?
No somos perfectos, pero seguramente encontró en nosotros lo que encontró en los profetas, en los primeros discípulos y en los primeros cristianos: sinceridad, fe, amor, querer hacer lo correcto, justo, verdadero.
No encontró estos valores en otros que incluso tenían más capacidad que nosotros, pero, a causa de la levadura de los fariseos, es decir, la religiosidad; y de la levadura de Herodes, la vanidad, fueron excluidos.
Así que tenés que aprovechar la oportunidad que Dios te dio para hacer Su voluntad y servirlo. Si te equivocaste, tenés que buscar a las autoridades competentes de tu país, provincia o bloque para confesar, y ser exhortando, orientado, disciplinado, no para ser excluido, sino para ser purificado y madurar. Corregite y asumí las consecuencias de tu error. De esta manera, podrás servir más y mejor, así como Aarón, Miriam, David, Ester, Jonás, Pedro, entre tantos otros, que fueron reprobados en un determinado momento, pero no ocultaron ni permanecieron en el error, sino que aceptaron la corrección, fueron purificados, maduraron por medio del bautismo con Fuego y se volvieron más sumisos a la voluntad de Dios.
No te olvides de que todo lo que estás pasando y aún pasarás en la Obra de Dios nosotros ya lo pasamos y permanecimos, así que, fuerza, porque el Espíritu Santo está con vos y nosotros también.
Preparate en oración y ayuno hasta el 19 de octubre, a las 18 h, que será nuestra Reunión Mensual de Obreros.
Todos deberán estar uniformados para homenajear a los nuevos graduados y consagrados a obreros.
Diariamente, usá en tus oraciones la MITRA y que tus acciones de gracias sean agradables a Él.
¡¡JUNTOS SOMOS MÁS FUERTES!!
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