«El Señor Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.» Génesis 2:19

Dios hizo tanto a los animales del campo como a las aves del cielo y se los llevó a Adán para que decidiera cómo llamarlos. ¿Qué cree que Él está haciendo aquí?

En realidad, Dios quiere que participemos de Su obra. ¿Sabe por qué? Porque, cuando lo hacemos, empezamos a ver a Su manera. En otras palabras, tenemos asuntos que concuerdan con Él porque estamos trabajando en sintonía con Él.

Por ejemplo, usted que trabaja, ¿con quién se identifica más? Generalmente, con las personas de su trabajo, a fin de cuentas, pasa tantas horas trabajando allí que su mente solo piensa en los asuntos diarios.

Lo mismo sucede con Dios, el Altísimo quiere que se involucre en lo que Él hace para estar más cerca de Él.

¿Eso no es lindo? ¡Quiere tenernos cerca!

Observe que Dios no fue egoísta, no dijo: «Yo, que hice los animales y las aves, les pondré el nombre para aparecer…». ¡No!, porque Él quiere relacionarse con nosotros.

Por eso, cuando vea la creación, piense en Dios y tenga en cuenta que hizo todo con una preparación para que caminemos con Él, entenderá lo siguiente: ¡hay mucho cariño y amor de Su parte!

¿Usted sabía que Dios tiene ángeles perfectos, que Lo adoran todos los días y todo el tiempo? Tal vez, se pregunta: «Entonces, ¿por qué nos quiere cerca de Él si somos tan fallos?». ¡Porque Él cree en nosotros!